Historia

Orígenes de la villa y Edad Media

Existen en la zona vestigios de asentamientos prehistóricos de la Edad de Cobre (año 2.000 a.c.) y de la Edad de Bronce (año 1.800 a.c), pero es en tiempos de los romanos cuando esta ciudad adquiere importancia. De esta época se conservan restos de calzada romana, dos puentes romanos: el de «Treviño», con unas dimensiones considerables, y un viaducto. Este enclave fue destruido durante la invasión árabe y reconstruido posteriormente con el nombre de Jamila, por lo que, siendo éste un nombre de origen hebreo, se cree que vivían familias judías. La batalla de Las Navas de Tolosa (1212) que libró Alfonso VIII de Castilla contra los almohades pone fin al dominio árabe de La Mancha iniciándose una intensa labor de repoblación de estas tierras. Así Jamila aparecía en 1245 como aldea poblada por los Caballeros de la Orden de Santiago. Debido a las características insanas del terreno, los habitantes de Jamila se trasladaron a un lugar cercano conocido como La Moraleja, aldea dependiente de Montiel, capital del Campo de Montiel durante la Edad Media. En los inicios del siglo XV La Moraleja triplicó en población a Montiel y, por esa razón, el maestre de Santiago e infante de Aragón, Don Enrique, vio necesario hacer a La Moraleja villa independiente, concediéndole jurisdicción y sello propios, el 10 de febrero de 1421. En agradecimiento hacia él y sus hermanos (los Infantes de Aragón D. Alonso, D. Juan y D. Pedro) La Moraleja cambió su nombre y pasó a llamarse Villanueva de los Infantes.


Escudo de Villanueva de los Infantes
Escudo de Villanueva de los Infantes otorgado por el infante don Enrique en 1421.
Infantes en el Siglo de Oro

Villanueva de los Infantes, siguió creciendo hasta sobrepasar los 5000 habitantes a mediados del siglo XVI. Esto le valió a Felipe II para proclamarla capital del Campo de Montiel en 1573 tanto política como eclesiásticamente, y capital de Gobernación de la Orden de Santiago influyendo considerablemente en el Campo de Montiel y zonas de Albacete, Murcia y Jaén, durante toda la Edad Moderna. Fue, sin la menor duda, el foco espiritual de La Mancha en el Siglo de Oro, arrebatando a Alcaraz la hegemonía mantenida durante el Renacimiento. Las figuras de Santo Tomás de Villanueva, del humanista Jiménez Patón, del artista Francisco Cano, o los universales Quevedo, Cervantes, Lope; junto con los festejos celebrados aquí, corridas de toros desde 1630, y corral de comedias, ayudaron a convertir a Villanueva de los Infantes en importante foco cultural.

Edad Contemporánea

También Villanueva de los Infantes hará historia en la Guerra de la Independencia, siendo el principal cuartel contra los franceses de Manzanares y manteniendo la resistencia hasta que la villa cae en manos francesas el 1 de enero de 1810. Pero la estancia gala no llegará a más de un año y medio, pues pronto fue recuperada. En ella se instaló la Junta Superior de La Mancha que dirige la provincia. Y tiene lugar un acontecimiento importante, la proclamación de la Primera Constitución española en la provincia, el 25 de julio de 1812. En 1895 la Regente María Cristina le concedió el título de ciudad, y ya en 1974 fue declarada Conjunto Histórico Artístico. La bandera de Infantes fue otorgada en 1986.

Orígenes de la villa y Edad Media

Existen en la zona vestigios de asentamientos prehistóricos de la Edad de Cobre (año 2.000 a.c.) y de la Edad de Bronce (año 1.800 a.c), pero es en tiempos de los romanos cuando esta ciudad adquiere importancia. De esta época se conservan restos de calzada romana, dos puentes romanos: el de «Treviño», con unas dimensiones considerables, y un viaducto. Este enclave fue destruido durante la invasión árabe y reconstruido posteriormente con el nombre de Jamila, por lo que, siendo éste un nombre de origen hebreo, se cree que vivían familias judías. La batalla de Las Navas de Tolosa (1212) que libró Alfonso VIII de Castilla contra los almohades pone fin al dominio árabe de La Mancha iniciándose una intensa labor de repoblación de estas tierras. Así Jamila aparecía en 1245 como aldea poblada por los Caballeros de la Orden de Santiago. Debido a las características insanas del terreno, los habitantes de Jamila se trasladaron a un lugar cercano conocido como La Moraleja, aldea dependiente de Montiel, capital del Campo de Montiel durante la Edad Media. En los inicios del siglo XV La Moraleja triplicó en población a Montiel y, por esa razón, el maestre de Santiago e infante de Aragón, Don Enrique, vio necesario hacer a La Moraleja villa independiente, concediéndole jurisdicción y sello propios, el 10 de febrero de 1421. En agradecimiento hacia él y sus hermanos (los Infantes de Aragón D. Alonso, D. Juan y D. Pedro) La Moraleja cambió su nombre y pasó a llamarse Villanueva de los Infantes.


Escudo de Villanueva de los Infantes
Escudo de Villanueva de los Infantes otorgado por el infante don Enrique en 1421.
Infantes en el Siglo de Oro

Villanueva de los Infantes, siguió creciendo hasta sobrepasar los 5000 habitantes a mediados del siglo XVI. Esto le valió a Felipe II para proclamarla capital del Campo de Montiel en 1573 tanto política como eclesiásticamente, y capital de Gobernación de la Orden de Santiago influyendo considerablemente en el Campo de Montiel y zonas de Albacete, Murcia y Jaén, durante toda la Edad Moderna. Fue, sin la menor duda, el foco espiritual de La Mancha en el Siglo de Oro, arrebatando a Alcaraz la hegemonía mantenida durante el Renacimiento. Las figuras de Santo Tomás de Villanueva, del humanista Jiménez Patón, del artista Francisco Cano, o los universales Quevedo, Cervantes, Lope; junto con los festejos celebrados aquí, corridas de toros desde 1630, y corral de comedias, ayudaron a convertir a Villanueva de los Infantes en importante foco cultural.

Edad Contemporánea

También Villanueva de los Infantes hará historia en la Guerra de la Independencia, siendo el principal cuartel contra los franceses de Manzanares y manteniendo la resistencia hasta que la villa cae en manos francesas el 1 de enero de 1810. Pero la estancia gala no llegará a más de un año y medio, pues pronto fue recuperada. En ella se instaló la Junta Superior de La Mancha que dirige la provincia. Y tiene lugar un acontecimiento importante, la proclamación de la Primera Constitución española en la provincia, el 25 de julio de 1812. En 1895 la Regente María Cristina le concedió el título de ciudad, y ya en 1974 fue declarada Conjunto Histórico Artístico. La bandera de Infantes fue otorgada en 1986.

Vídeo: La Historia de Infantes contada con clicks de Playmobil

Personajes de la Historia de Infantes

Más personajes ilustres

Matías de Arteaga y Alfaro

Pintor y grabador barroco

Matías de Arteaga y Alfaro nació en Villanueva de los Infantes el 2 de noviembre de 1633. Pintor y grabador del barroco español, adscrito a la escuela sevillana, que supo recoger en su pintura e interpretar con personalidad propia la doble influencia de Murillo y Valdés Leal.

Hijo del grabador Bartolomé Arteaga, de quien se conocen grabados a buril hechos con cierta corrección, entre ellos el escudo de armas del conde-duque de Olivares publicado en el Panegírico de la Poesía, de Hernando de Vera (Montilla, 1627). Hermano de Francisco de Arteaga, grabador de estampas al agua fuerte. Siendo de corta edad la familia se trasladó a Sevilla, donde se formaría en el taller paterno y en contacto con Murillo.

 

Gozó de relevancia y consideración en el ambiente artístico sevillano del tercer tercio del s. XVII. Así fue uno de los miembros fundadores de la Academia de Pintura sevillana, en la cual llegó a detentar los cargos de Secretario y Cónsul. En 1664 ingresó en la Hermandad de la Santa Caridad y dos años después en la Sacramental del Sagrario de la catedral sevillana, para la que realizó algunos trabajos.

 

La producción de este artista hubo de ser copiosa, aunque sólo una pequeña parte ha podido ser identificada. Cuatro conjuntos pictóricos conservados actualmente en Sevilla resultan primordiales para conocer el talento artístico de Arteaga. Son la serie eucarística que pertenece a la Hermandad Sacramental del Sagrario, los episodios de la vida de san Laureano en la capilla de la Catedral, el ciclo evangélico del Museo de Bellas Artes y la serie de la vida de José de colección particular. Por lo que se constata que es un pintor especializado en realizar escenas de carácter religioso respaldadas por ambientes arquitectónicos resueltos en perspectiva. Murió en Sevilla en 1703.

 

En el Museo de Arte Contemporáneo «El Mercado» de Villanueva de los Infantes, en La Sala de exposiciones de artistas locales se puede apreciar el óleo sobre lienzo de La Anunciación propiedad de la Asociación Pictórica Arteaga Alfaro.

Enlaces de interés

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2690717

Fernando Ballesteros Saavedra, el Capitán

Escritor español del siglo XVII

Nació en Villahermosa en 1576. Por los cargos que desempeña su padre, Juan de Ballesteros como Regidor y Depositario General, se trasladada con su la familia a Villanueva de los Infantes. Su formación inicial tuvo que ser en el convento de san Francisco de esta ciudad.

 

Se casó con María Canuto y Mexia en 1596, una de las grandes fortunas del Campo de Montiel. Varios autores han especulado sobre la posibilidad de que esas bodas fueran la que inspiraran a Cervantes el episodio de las Bodas de Camacho (Don Quijote, II, cap. XX y XXI).

 

Don Fernando Ballesteros Saavedra, capitán de la Infantería del Campo De Montiel, fue elegido alcalde de hermandad por el estamento de la nobleza de Villanueva de los Infantes. Su amistad con Bartolomé Jiménez Patón se debió fraguar cuando el gran humanista, y retórico campomontileño se instaló en Villanueva de los Infantes para enseñar como maestro de gramática en el recién fundado Colegio Menor o Casa de Estudios. Jiménez Patón le dedica la segunda edición de la Elocuencia en Arte.

Fue autor conocido y apreciado en ciertos círculos literarios a juzgar por las dedicatorias y referencias que dejaron algunos autores: Sánchez Villanueva, Marcos de Arellano, entre otros, Lope de Vega en su Laurel de Apolo:

Tiene por don Fernando Vallesteros
seguro Villanueva el Lauro Verde,
como la voz al instrumento acuerde,
que no mella la pluma los azeros,
esmalte de los nobles que con licencia enlaça
la gloria y fana que a los dos abraça.
Saavedra El capitan

Su obra más importante es el libro El Regidor Cristiano (manuscrito de 1619), un enjundioso tratado de administración local, dedicado a su padre. En el 2013 F. Javier Campos y Fernández de Sevilla (OSA) publicó con introducción y notas, una edición crítica sobre este manuscrito del Regidor Cristiano. En el 2014 José Sánchez Martínez (O.H.) publicó un estudio sobre el mismo manuscrito, con el título El licenciado Ballesteros Saavedra: Canciller de la Universidad de Alcalá autor del “Regidor Cristiano”.

 

Fernando Ballesteros Saavedra tradujo del portugués al castellano la comedia Eufrosina de Jorge Ferreira de Vasconcelos, siendo la primera traducción al castellano; con aprobación de Jiménez Patón y nota introductoria de don Francisco de Quevedo. El discurso de ingreso en el Instituto de Estudios Manchegos (1982) de don Edmundo Rodríguez Huéscar versó sobre este escritor bajo el título de Fernando Ballesteros Saavedra y su libro «El Regidor cristiano».

 

Murió en Villanueva de los Infantes en octubre de 1657. Se conservan las casas de la familia hidalga de los Ballesteros, edificadas en la segunda mitad del siglo XVI, promotora de arte y la cultura en la villa del Siglo de Oro.

Antonio de Molina

O. Cart. Escritor ascético

Nació en Villanueva de los Infantes en 1560. Hijo de Antonio y de Francisca Herrera, en 1575 profesó en la Orden de los Ermitaños de San Agustín en Salamanca. Se doctoró en Teología y Cánones y enseñó Teología como lector de su Orden en el convento de Soria, donde también era prefecto, pasó a la Cartuja de Miraflores de Burgos, donde al morir en 1610 desempeñaba el cargo de prior, allí está sepultado. En 1602 escribió, según Nicolás Antonio, una serie de cartas al confesor de Felipe III, muy prolijas, en defensa de la inmunidad y exención de tributos del clero; en busca de un más estricto ascetismo.

 

Su celebridad es debida a sus escritos. Escribió en español una celebérrima Instrucción de Sacerdotes (1608). Se conocen casi noventa ediciones, once en la vida del autor, entre ellas tres en Colonia y dos en Amberes. Después de la séptima edición hispalense fue traducida al latín por el dominico Nicolás Jansenio, editada en Amberes, Colonia, y Turín; se tradujo al francés, inglés e italiano. Se trata de un manual de formación continua para eclesiásticos; durante doscientos cincuenta años se estuvo utilizando como un texto básico.

 

Es autor de otros importantes tratados, entre ellos de unos Exercicios espirituales para personas ocupadas de cosas de su salvación. Se conocen casi 50 ediciones y también fue traducido al latín, francés, italiano y portugués y alguna lengua indígena de Filipinas.

Su obra hace recordar que estamos en el transito del Renacimiento y Barroco de la Literatura Española y aparece al lado de los grandes doctores ascéticos y místicos de España. Villanueva de los Infantes tiene una pléyade de hijos escritores , sin duda, Antonio Molina destacó en su tiempo en la literatura eclesiástica al igual que Santo Tomás de Villanueva.

Enlaces de interés

http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000113180&page=1

Juan de Cueto y Mena

Dramaturgo español del Siglo de Oro

Nacido el 29 de marzo de 1604 en Villanueva de los Infantes. Estudió Derecho sin que nunca ejerciera como tal, obteniendo una robusta formación humanística. Es de suponer que habría estudiado Humanidades con su contemporáneo y coterráneo, el ilustre humanista Bartolomé Jiménez Patón, en Villanueva de los Infantes, pues los elogios que constan en los preliminares a sus obras lo reputan de erudito y gran latinista.

Rompió sus afectos familiares y amistosos para lanzarse en pos de su imaginación, allende los mares. Su bagaje sobrio y significativo arribó a Cartagena de Indias allá por el año 1636. Ejerció la profesión de farmacéutico siendo su establecimiento el principal de la ciudad. Gozó de gran reputación por su erudición profunda de latinista. Casó Cueto en Cartagena de las Indias el 12 de enero de 1637 con Juana Osorio de Quiñones, de este matrimonio nació cuando, menos una hija, Antonia de Cueto y Mena.

 

Juan de Cueto y Mena vivió en Cartagena de Indias la mayor parte de su vida, de manera que se le considera neogranadino. Es un dramaturgo interesante por muchos aspectos, en particular porque da idea de lo que fue la Ciudad de Cartagena de Indias como centro teatral de primer orden durante la Colonia y aún muchos años después. De él se conocen dos obras: La competencia en los nobles y discordia concordada (1659) y la Paráfrasis panegírica (1660), obras que fueron representadas durante unas festividades en Cartagena.

 

Algunos investigadores aseguran, además, que pudo haber influido directamente en la dramaturgia de Pedro Calderón de la Barca, lo que ya de por sí muestra la creatividad de este autor. Demuestra documentalmente que el auto sacramental fue una forma dramática simultánea a la española y que era practicada con gran vigor por los autores de la Nueva Granada.

 

Fue el encargado de preparar un texto alegórico para los actos que se organizaron con motivo de la canonización de su ilustre paisano. Paraphrasis panegírica en forma de coloquio de las Milagrosas Vida y Muerte del Ilustrísimo señor Sto. Tomás de Villanueva, Arçobispo de Valencia, conmemora la canonización de Tomás de Villanueva en 1660 desde Cartagena de Indias, representada en forma de coloquio de la milagrosa vida y muerte del arzobispo de Valencia. Dedicada Al Cabildo y al Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes, Reyno de Toledo en La Mancha. Patria del santo.

 

En el inventario de sus bienes aparecen “doscientos libros, grandes y pequeños, tocantes a diferentes facultades, en dos estantes pequeños de madera”. El conocimiento de las filosofías clásica y escolástica eran profundos, que sin duda había estudiado con mucha asiduidad. Sus conocimientos de los poetas latinos eran intensos. La creación literaria y estima por los libros no se improvisa. En su ciudad natal, Villanueva de los Infantes la venta de libros está documentada desde al menos desde 1572, en un ambiente donde el Colegio Menor o Casa de los Estudios se impartían clases de Gramática y Retorica. El Siglo de Oro es la época clásica de apogeo de la cultura española esencialmente del Renacimiento y el barroco, en el caso del Campo de Montiel es el momento de gran esplendor en Villanueva de los Infantes, cabecera de la comarca.

Enlaces de interés

Lecturas Indianas: http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/17/TH_17_001_001_1.pdf

 

Francisco Cano

Escultor y arquitecto del Siglo de Oro

El escultor y arquitecto Francisco Cano fue uno de los artistas más significativos de La Mancha en el tránsito de los siglos XVI al XVII. Los estudios de Enrique Herrera Maldonado lo hacen hijo de Juan Cano y Juana de Cuenca, debió de nacer hacia el año 1556.

El testimonio de un documento de 1600 declara tener 44 años más o menos, ser escultor y oficial de arquitectura, ser vecino de la ciudad de Villanueva de los Infantes, ciudad en la que permanece hasta su muerte.

 

Se relacionó con los grandes artistas del arte de la escultura, arquitectura y retablística de La Mancha y Jaén. Estas relaciones le posibilitó contacto directo con Juan Bautista Peroli, artista y pintor del palacio del Viso del Marqués, lo que le supuso conocer los nuevos lenguajes artísticos y familiarizarse con los tratados de arquitectura italianos. Esto le hace dominar su oficio tanto de escultor como de arquitecto, desde una perspectiva practica y teórica, al poseer una cultura libresca que se manifiesta en el léxico clásico que utiliza en su obra conservada: el retablo mayor de la iglesia parroquial de Torre de Juan Abad (1581), la sacristía o casa rectoral de la iglesia parroquial de Villanueva de los Infantes construida hacia 1600 y la portada de la misma iglesia iniciada en 1611. Portada que significa su testamento artístico y el influjo de la arquitectura escurialense en La Mancha. Una portada grandiosa que se identifica como emblema de la ciudad, al tiempo que se constituye en paradigma de las portadas de las demás iglesias del Campo de Montiel.

 

En 1614 la portada estaría prácticamente terminada, no obstante Francisco Cano no vería concluida ya que moriría entre los días 1 y 15 de marzo de 1614 a la edad aproximada de 58 años.

 

Enlaces de interés

La Portada de la iglesia parroquial de la iglesia de San Andrés de Villanueva de los Infantes. Enrique Herrera Maldonado: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2801967

 

Fernando Ballesteros Saavedra, el Abad

Escritor Eclesiástico del Siglo de Oro

Nacido en 1580 en Villanueva de los Infantes. Hijo de Alonso Ballesteros y primo hermano del capitán Fernando Ballesteros Saavedra. Estudió en Sigüenza y obtuvo la licenciatura en Cánones. Hizo carrera eclesiástica y llegó a ser Abad Mayor de la Sta. Iglesia de los Stos. Justo y Pastor.

 

Canciller de la Universidad de Alcalá. Vicario general del Arzobispado de Toledo en Alcalá y vicario visitador de Toledo en Cazorla y su distrito y hacia 1618 de Ciudad Real y su distrito. Falleció el 27 de noviembre de 1654.

Escribió el libro Vida de san Carlos Borromeo, cardenal de la Sta. Iglesia de Roma y arzobispo de Milán. Además de tres obras inéditas: Preceptos matrimoniales, Observaciones a la lengua castellana y Vidas de los patriarcas fundadores de religiones.

 

Sus buenas relaciones con Quevedo están constatadas por las epístolas intercambiadas. Hizo un breve y sugerente comentario al Prefecto Predicador, de Jiménez Patón y el elogio -junto con su primo el capitán- en los Proverbios morales de Heráclito de Alonso de Varros concordados por el maestro Bartolomé Ximénez Patón.

 

Se conservan las casas de la familia hidalga de los Ballesteros, edificadas en la segunda mitad del siglo XVI, promotora de arte y la cultura en la villa del Siglo de Oro.

Enlaces de interés

Libro de Vida de San Carlos Borromeo: https://books.google.es/books?id=NStSAAAAcAAJ&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

Antonio García Bellido

Nació en Villanueva de los Infantes 10 de febrero de 1903 fue arqueólogo e historiador del arte, miembro de la Real Academia de la Historia. Realizó investigaciones en algunos de los más importantes yacimientos de la península ibérica: Córdoba, Augusta Emerita, Ilici, Segóbriga, Tarraco y Valentia.

 

Su padre, un farmacéutico de origen murciano se casó con la infanteña Camila Bellido Tejeiro. Con cinco años Antonio quedó huérfano de padre, su madre -viuda y con cinco hijos- decidió trasladarse a San Sebastián al amparo de su hermana María, Madre Superiora de la Orden de la Caridad.

 

Estudió Filosofía y Letras en Madrid. Obtiene la cátedra de Arqueología Clásica en la Universidad de Madrid en 1931, y tras la Guerra Civil emprende el estudio de dos nuevos campos de investigación: la colonización griega, fenicia y púnica en occidente, y la arqueología de los pueblos prerromanos del norte peninsular.

Fundó en 1940 la revista Archivo Español de Arqueología. Su área de conocimiento fue la Historia Antigua. Miembro del Instituto Arqueológico Alemán (desde 1934), de la Real Academia de la Historia (desde 1945) y de Hispanic Society of America (desde 1946).

También llevó a cabo traducciones de textos históricos de Estrabón y Plinio el Viejo, además de un importante estudio sobre las Guerras Cántabras. Publicó más de 40 libros y unos 400 artículos.

 

Se conserva su casa natal en Villanueva de los Infantes en la calle de Las tiendas -actualmente calle Rey Juan Carlos y antigua calle de la Reina Gobernadora- nº 8. Una placa nos recuerda que: EN ESTA CASA NACIÓ X-II-MLMIII EL EXMO SR. D. ANTONIO GARCÍA BELLIDO, DOCTOR EN FILOSOFÍA, CATEDRÁTICO DE ARQUEOLOGÍA, ESCRITOR, POLÍGLOTA, DIBUJANTE CRUZ DE ALFONSO X EL SABIO. VVA. DE LOS INFANTES MLMLXXVIII.

 

Murió en Madrid, 26 de septiembre de 1972.

Enlaces de interés de consulta a su obra

https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=1814249

 

Venerable Fray Tomás de la Virgen

Rodrigo de Tomás y Sánchez nace en Villanueva de los Infantes, el 21 de enero de 1587. Hijo de Juan Tomás de Busto y de María Sánchez Mexia. Sobrino-nieto del arzobispo de Valencia Santo Tomás de Villanueva.

 

En 1603 el Reformador manchego San Bautista de la Concepción, funda el convento de la Trinidad en Villanueva de los Infantes. El futuro santo Reformador se desplazó desde Valdepeñas para visitar la incipiente comunidad trinitaria donde se encontró con Juan de Tomás y su hijo Rodrigo. Juan de Tomás dijo al Reformador trinitario: «Yo soy Juan de Tomás y este joven es mi hijo, que quiere entrar a formar parte de su comunidad reformada. Tiene 19 años y siempre ha observado una conducta ejemplar. Aprendió a leer y a escribir ya hace tiempo, pero él prefiere dedicarse más a la oración que a las letras. Juan Bautista de la Concepción preguntó al joven Rodrigo: ¿Quieres vestir nuestro pobre hábito?, a lo que Rodrigo respondió: Sí, padre, creo que esa es la voluntad de Dios. Sé que encontraré dificultades y que la penitencia es dura, pero estoy seguro de que Dios me dará fuerza para superar todas las dificultades».

 

Rodrigo, tomó el hábito de los Descalzos de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos en abril de 1606, de manos de San Juan Bautista de la Concepción, cambió su nombre por el de Tomás de la Virgen.

 

 

Realizó su noviciado en la Casa de Madrid, residió en la Casa de la Santísima Trinidad Descalza. Pronto toda la ciudad y la corte de Madrid comenzó a hablar de aquel «santo» y de la misteriosa enfermedad que padecía y de sus consejos. Fr. Tomás se convirtió, a pesar de sus pocos estudios, en un gran discernidor de conciencias, alcanzando su fama incluso fuera de España. El papa Urbano VIII ordenó a su nuncio en España que no tomara decisión alguna sin consultar antes con fray Tomás de la Virgen.

 

Debido a una enfermedad estuvo postrado en la cama durante treinta y cuatro años. Los reyes Felipe III y Felipe IV de España, lo consideraron siempre como el mejor y más fiel consejero, y así lo hicieron también sus validos, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma, y Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde-Duque de Olivares, que recibieron de fray Tomás consejos y reproches. Sin embargo, a ningún rey, valido o noble aceptó fray Tomás en su sencilla celda; de modo que la reina Isabel de Borbón mandó pintar un retrato del fraile trinitario y colgarlo en sus habitaciones privadas del palacio, encontrándola muchas veces en conversación con aquella imagen.

 

El 7 de octubre de 1647 moría en Madrid. Durante tres días toda la villa y la corte le rindió homenajes al que consideraban su santo. El 22 de septiembre de 1805, el papa Pío VII aprobó sus virtudes en grado heroico y lo declaró Venerable.

 

Sus restos se veneran actualmente en la iglesia de la Santísima Trinidad de Valdepeñas, donde se conserva como reliquia la cama en la que pasó los últimos cuarenta años de vida.

El epistolario entre Felipe IV y el Venerable Padre Fray Tomás de la Virgen se encuentra en Roma en la Casa Generalicia de la Santísima Trinidad. Seguramente procedente del Convento de Madrid a los pocos años del fallecimiento del Venerable. Los diversos destinatarios lo enviaron para que sirviese al proceso de declaración de sus virtudes heroicas. Constituyen un conjunto de ciento cincuenta cartas. En 1960, se publicó el libro Un epistolario inédito del reinado de Felipe IV (correspondencia del Venerable Fray Tomás de la Virgen) por José María Martínez Val y Margarita Peñalosa E.-Infantes.

Ramón Giraldo de Arquellada

Natural de Villanueva de los Infantes, nació el 28 de abril de 1767, tuvo una vida apasionante, agitada y azarosa en defensa de los principios liberales.

 

Fue político y jurista, diputado y presidente de las Cortes en varias ocasiones, regente de la Audiencia de Valladolid, fiscal del Consejo de Navarra, consejero del Rey, oidor de la Real Audiencia de Valencia, miembro del Tribunal de Cuentas, subdelegado de Fomento en la provincia de Albacete y magistrado y presidente del Tribunal Supremo de Justicia.

En 1810 fueron elegidos los diputados liberales los infanteños Ramón Giraldo y Fernando Melgarejo de los Cameros por la provincia de La Mancha para las Cortes Generales y Extraordinarias encargadas de elaborar la Constitución de 1812 en Cádiz.

 

Ramón Giraldo tuvo el honor de presidir las Cortes de Cádiz desde el 24 de agosto al 23 de septiembre de 1811, periodo en el que se comenzó a discutir el proyecto formado para el arreglo y mejora de la Constitución política de la Nación española que finalmente fue promulgada el 19 de marzo de 1812.

 

Después del Pronunciamiento de Riego fue nombrado 1820, ministro del Supremo Tribunal de Justicia y elegido diputado por la provincia de La Mancha.

 

La llegada a España de los Cien Mil Hijos de San Luis para restablecer el absolutismo, supuso para Ramón Giraldo el inicio de un proceso de impurificación y retiro forzoso desde octubre de 1823 en Torre de Juan Abad alojado en la mismísima casa de Quevedo. En este periodo sufrió toda clase de privaciones viviendo en la mayor indigencia.

 

El 20 de mayo de 1834 fue elegido por la Junta Electoral celebrada en la capital, diputado por la provincia de Ciudad Real.

 

En 1841 le fue concedida la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.

 

En 1843 fue elegido diputado por la provincia de Albacete.

 

El 30 de julio de 1843 el Gobierno encargó interinamente la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia a D. Ramón Giraldo.

En agosto de 1845 fue nombrado Senador Vitalicio por la reina Isabel pero no llegó a tomar posesión al renunciar al cargo.

 

Murió el 29 de marzo de 1846 en Madrid. Siendo ministro del Tribunal Supremo en 1835 donó el cilindro o columna de plata donde se custodia las reliquias de Santo Tomás de Villanueva en la parroquia de la Iglesia de san Andrés de Villanueva de los Infantes. Se conserva su casa familiar en la calle Ramón y Cajal 23, posiblemente donde naciera.

Bartolomé Jiménez Patón

Nació en Almedina, pueblo del Campo de Montiel en 1569 y murió en Villanueva de los Infantes en 1640 en el que permanecería ligado durante toda su vida.

 

Estudió en la Universidad de Baeza graduándose en bachiller en Artes en 1592, lo que le permitió dedicarse a una de sus grandes pasiones: la docencia, que ejerció en Alcaraz y en Villanueva de los Infantes. Intentó el camino de la clerecía y se ordenó en de corona en 1588 y de grados en 1593 en Madrid, acaso en el Colegio Imperial de La Corte, donde conocería a Lope de Vega, amigo suyo de por vida.

 

Durante su estancia en la ciudad de Alcaraz se dedicó a escribir comedias en el estilo de su amigo Lope de las que solo se conoce su título: Los amantes engañados, El casamiento deshecho, La tugancilla princesa…, el consistorio municipal le pedía su colaboración dramática en los festejos, este hecho le dificultó su pretensión de ordenarse, por lo que decidió abandonar la carrera eclesiástica. Regentó la cátedra de humanidades que Villanueva de los Infantes le había ofrecido y fue contratado el 16 de agosto de 1600. Anduvo relacionado con varias academias de Toledo, como la Academia de Fuensalida y la del Conde de Mora, y con el círculo de amigos de Lope que allí residía. Fue notario del archivo de la Inquisición de Murcia y correo mayor de Villanueva de los Infantes. En 1604 publicó en Toledo su libro La Elocuencia en Arte, que amplió y reformó para incluirlo junto a sus obras La elocuencia Sacra y La elocuencia Romana, en su Mercurius Trimegistus, que constituye un auténtico manual de Retórica escrito en castellano, ejemplificadas para el estudio de la poética del Siglo de Oro.

 

Sus comentarios sobre escritores castellanos de la época, fueron muy elogiados por Menéndez y Pelayo. Editó los Proverbios de Alonso de Varros, 1605, que contienen más de 1.100 proverbios en griego y latín traducidos al castellano.

 

Comentó y tradujo epigramas de Marco Valerio Marcial. Escribió diversas obras de gramática: Breves Institutiones de la Gramática Española (Baeza, 1614), compuesta para extranjeros que desean aprender la lengua y Epítome de la ortografía latina y castellana (Baeza, 1614). Publicó, además, el más importante manual de retórica de la época Mercurius Trimegistus, sive de triplici eloquentia, 1621). Escribió diversos opúsculos: Discurso en favor del santo y loable estatuto de la limpieza de sangre (Granada, 1638); Reforma de trajes (1638), Proverbios concordados, El perfecto predicador (1612), Decente colocación de la Santa Cruz y Discurso de la langosta. Patón hizo algunas contribuciones notables a la filología hispánica.

 

Fue un hombre querido por sus contemporáneos, amigos y discípulos como Lope de Vega, Quevedo o los humanistas Cascales, Pedro de Valencia, Martínez de Miota, Ordoñez de Ceballos. Fue el referente de buen número de estudiosos que siguieron la senda de sus enseñanzas y las desperdigaron en las muchas cátedras que se diseminaron por la geografía española. Quevedo y Patón se relacionan por el medio en el que viven. Comparten amigos y colaboran en sus libros con escritos aprobatorios como ocurre con la primera traducción al castellano desde Villanueva de los Infantes de La Utopía de Tomás Moro por el Gobernador del Campo de Montiel don Jerónimo de Medinilla, o en la traducción de la comedia portuguesa Eufrosina (1631) de Fernando Ballesteros Saavedra. Patón murió el 12 de abril de 1640 frente a la cátedra de Elocuencia en Villanueva de los Infantes, seguramente compartiendo los achaques y la conversación de amigos como Francisco de Quevedo.

Santo Tomás de Villanueva

Glorioso Padre Fray don Tomás García [Martínez] Castellanos. Este gran predicador fue llamado por sus oyentes «el divino Tomás», nació en Fuenllana en 1486, pueblo donde vivían sus abuelos maternos. Es patrón de ambos lugares. En la Iglesia de San Andrés hay un retablo barroco y una capilla dedicado a Santo Tomás de Villanueva. Su sobrenombre le vino de la ciudad donde se educó y creció, se declaró ser de Villanueva de los Infantes.

 

Su vida se desarrolló en tres etapas perfectamente delineadas. En la primera preparó sus armas en un hogar profundamente cristiano y en la universidad de Alcalá; en la segunda las afinó en un convento salmantino y las estrenó en su orden religiosa; y en la tercera las puso al servicio de la sociedad.

 

Tras realizar sus primeros estudios en Villanueva de los Infantes, en agosto de 1508 se matriculó en el recién inaugurado Colegio Mayor San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares donde cursó Teología y Artes llegando a ser catedrático; finalizado su ciclo universitario, ingresó en la Orden de los Agustinos de Salamanca (1516) y en 1518 fue ordenado sacerdote; en esta orden ocupó los cargos de prior conventual, visitador general y prior provincial de Andalucía y Castilla y predicador de Carlos I. Fue obispo de Valencia por voluntad de Carlos V. Él habría deseado declinar el honor, como ya lo había hecho con la sede de Granada.

 

Compuso bellos sermones en los que denuncia abiertamente males sociales y abusos públicos de la sociedad de su tiempo, señalando valores eternos, entre los que destaca Sermón del amor de Dios, una de las grandes manifestaciones de la oratoria sagrada del XVI. Tuvo, en efecto, una gran fama de predicador de estilo sobrio y sencillo. Carlos I, al oírle predicar, exclamó: «Este Monseñor conmueve hasta las piedras», y provocaba sonoras conversiones. Tuvo asimismo una gran devoción por la Virgen María, cuyo corazón comparó a la zarza ardiente, que nunca se consumía. Es autor de varios Opúsculos, dentro de los que se incluye el Soliloquio entre Dios y el alma, en torno a la comunión. Como escritor místico su obra más importante es De la lección, meditación, oración y contemplación, pero también sus numerosos sermones en castellano y en latín. La piedad popular y el arte han asociado su nombre con la limosna a los necesitados. En 1547 ordenó sacerdote al futuro San Luis Beltrán.

 

Falleció en 1555 a los sesenta y seis años en Valencia. Fue canonizado el 1 de noviembre de 1658 durante el pontificado del papa Alejandro VII. Francisco de Quevedo escribió una biografía suya, Epítome a la historia de la vida ejemplar y gloriosa muerte del bienaventurado fray Tomás de Villanueva. La Universidad de Alcalá de Henares le dedicó el primer patio del Colegio Mayor de San Ildefonso, al haber formado parte de la primera promoción de la Universidad, y ser el primer Santo salido de las aulas complutenses.

 

Es el titular de la prestigiosa Universidad Villanova, Pensilvania, Estados Unidos de América establecida por los Agustinos en 1842, y de la Universidad de Santo Tomás de Villanueva en La Habana, Cuba. Los Agustinos exiliados establecieron St. Thomas University en Miami Gardens, Florida en 1961. Es el Santo patrón de numerosos colegios de la orden agustina como el de Granada, el de Valencia y el de Salamanca, etc. También es patrón principal de la diócesis de Ciudad Real. Su festividad, en el calendario católico, se celebra el 10 de octubre. También es patrón de la localidad alicantina de Orxeta (Alicante), que celebra sus fiestas patronales el penúltimo fin de semana de septiembre. En el siglo XX la familia agustiniana le ha declarado patrón de sus estudios. Teniendo en cuenta la numerosa bibliografía existente sobre su vida y su doctrina, y la reciente edición crítica de sus obras, el mes de octubre de 2014 se han comenzado los trámites de la declaración pontificia de Doctor de la Iglesia.

 

El 19 de mayo de 1604 se hizo entrega a las autoridades de Infantes la reliquia donada por las autoridades eclesiásticas de Valencia, junto con los papeles y testimonios de cuando fue exhumado el 21 de noviembre de 1603. La Caja relicario forrada de damasco fue colocada en el altar de Nuestra Señora de la Concepción de la iglesia parroquial de Villanueva de los Infantes. La reliquia es traslada en 1618 con motivo de la beatificación, al retablo del altar mayor, hasta que se depositasen definitivamente en la capilla de la iglesia parroquial. Dichas reliquias fueron depositadas en un copón de plata donado por la condesa de Benavente, a instancias de Fray Tomás de la Virgen de la Orden de la Santísima Trinidad descalzos, sobrino nieto de santo Tomás de Villanueva. En la actualidad la reliquia se encuentra engastada en un cilindro o columna y peana de plata sujeto a un pedestal de mármol, atada Y lacrada con el sello arzobispal intacto con el siguiente texto latino: Ex armo sancti Thomae a Villanova a Infantium acchiepiscopi Valentini. En la base de la peana lleva la inscripción del oferente y de la fecha: Ylmo. S. D. Ramón Giraldo y Arquellada Trib. De España e Ynd. A la villa de Ynfantes su patria en 1825.

 

En 1620 el cabildo municipal acordó celebrar la fiesta de su preclaro hijo todos los años el día 18 de septiembre. El diez y siete del mes de septiembre de 1644, el cabildo eclesiástico de Villanueva de los Infantes acordó elevar la fiesta litúrgica del Beato Tomás de Villanueva al rango máximo, con misa y procesión.

Se conserva en Villanueva de los Infantes la Casa de santo Tomás de Villanueva, con bello escudo arzobispal esquinado y una placa conmemorativa del IV Centenario de su muerte (1555) y El Oratorio de Santo Tomasillo.

 

Enlaces de interés

http://biblioteca.org.ar/libros/200416.pdf

 

http://cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/092/092_009.pdf

 

http://www.javiercampos.com/06stotomas.html

 

http://www.javiercampos.com/files/Actas%20Beatificacion%20y%20Reliquia%20Sto%20Tomas.pdf

Francisco de Quevedo

Francisco de Quevedo y Villegas, nació en Madrid 1580 y murió en Villanueva de los Infantes en 1645. Fue su vida la de un hombre culto, libre e insobornable que legó a la literatura universal una de las más vastas, complejas y variadas de su historia. Sus extraordinarias dotes literarias ha hecho que sea uno de los escritores más destacados del Siglo de Oro y Barroco del XVII Español.

 

El insigne escritor y poeta frecuentó por varias razones Villanueva de los Infantes, capital de Gobernación del Campo de Montiel. En esta villa platicaba con el círculo intelectual de humanistas como era su gran amigo, el gramático y filólogo Bartolomé Jiménez Patón, de hecho se aloja en su casa en diversas ocasiones, sobre todo cuando necesita las medicinas de la farmacia que existía en este lugar. Ambos tienen amigos en común, como don Sancho de Sandoval, a quien escribe Quevedo en 1636 desde La Torre: «Las cartas que v.m. mandó remitir, se dieron al maestro Patón» . Comparten amigos como don Jeronimo de Medinilla y colaboran en sus libros con escritos aprobatorios, como fue en la traducción por don Fernando Ballesteros de Saavedra de la comedia portuguesa Eufrosina (1631), buen amigo de Patón y de Quevedo. Todos ellos platicarían en la Casa de los Estudios, donde impartía Humanidades y Retorica Bartolomé Jiménez Patón.

 

En 1620 escribe Epítome a la historia de la vida ejemplar y gloriosa muerte del bienaventurado fray Tomás de Villanueva, donde resume magistralmente las facetas más sobresalientes del predicador santo Tomás de Villanueva. Muchas de sus obras están datadas en Villanueva de los Infantes: De los remedios de cualquier fortuna, Execreción contra los judíos, etc. Será aquí donde da fin a La vida de Marco Bruto y otras obras en verso cuando en 1643 achacoso y enfermo desde san Marcos de León, se retiró definitivamente a Torre de Juan Abad. En abril de 1645se trasladó al Convento de santo Domingo en Villanueva de los Infantes.

…yo ha días que estoy en una celda en el convento de Santo Domingo de esta villa. Todos los padres de casa que tanta merced y caridad me hacen se admiran de lo mucho que padezco..(Testamento, 26 de abril de 1645)

Fallece en Villanueva de los Infantes en el convento de los dominicos el 8 de septiembre de 1645. Su cuerpo fue inhumado en la cripta de los Bustos de la parroquia de la Iglesia de San Andrés. Los restos que había en esta cripta fueron traslados casi un siglo después a la Sala Capitular del templo, que permanecieron ocultos hasta 1955. Sus restos fueron identificados en el 2007 por un equipo de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid.

Enlaces de interés

Testamento de Francisco de Quevedo
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000050503&page=1

La Perinola: Revista de Investigación Quevediana
https://www.unav.edu/publicacion/perinola/numeros-publicados

Grupo de Investigación de la Universidad de Santiago de Compostela
http://www.usc.es/es/investigacion/grupos/quevedo/

Casa Museo de Quevedo
http://www.torredejuanabad.es/casa-museo-de-quevedo/