Situada originalmente en el extrarradio urbano, se define en la actualidad como término del Parque de la Constitución, que bajo el nombre de Paseo de los Mártires fue inaugurado en 1942. Este parque se abre desde la Plaza de San Juan con un templete de columnas toscanas que pretenden sugerir la idea de arcaísmo, que se decora con vasos de carácter antiguo.
Contiene una figura del Sagrado Corazón de Jesús. De aquí parte un paseo que culmina en la ermita, donde se encontraba la sepultura apócrifa de Quevedo. El edificio es de una sola nave cubierta por bóveda de cañón rebajado, en tres tramos con decoración geométrica. En el altar mayor, una bella escultura de Cristo Crucificado (llamado de Jamila). De las distintas imágenes del resto de la ermita destaca una talla de Santa Bárbara.