Situado en la Plaza de la Fuente Vieja, fue el más antiguo. Fundado en 1521. Su origen fue un beaterio de clarisas. En la fachada destaca el equilibrio de volúmenes. El interior es un sencillo diseño barroco: planta de cruz latina, con una única nave cubierta por bóveda de cañón y crucero con un cimborrio octogonal decorado con pinturas en las pechinas.
La cabecera se forma con un presbiterio rectangular poco profundo. A los pies se sitúa un pequeño coro. Los arcos formeros son de medio punto entre un orden colosal de pilastras toscanas, que se duplican en la descarga del cimborrio y en las capillas laterales del crucero y presbiterio. La clave del arco frontal aparece decorada con heráldica. Conserva bellos retablos, destacando El Eucarístico típico de la contrarreforma y una talla de San Juan Evangelista del siglo XVI.